Esta familia originaria de Méjico inició su negocio vendiendo comida ambulante en las calles de New York. Vendía mucho y a las personas les gustaba. Por eso decidieron expandirse y empezaron a ahorrar, gastando solo lo necesario. El pesar de esta familia es no haber llevado a los niños de paseo porque no les quedaba tiempo. Al cabo de 18 años lograron inaugurar su primer restaurante en la zona de Brooklyn. Otra historia de éxito de negocios en el área de la alimentación.